Starbuckeando

Ya no me acuerdo qué día fue, pero fue antes del fin de semana. Poco importa.

Esa persona que tiene UNA TUERCA MENOS (y que se la da de estrella y ya no bloggea) se va a Londres que, dicho sea de paso, es mi lugar en el mundo. Dicho sea de paso, también, que lindo que suena la construcción "dicho sea de paso".

Bueno, como les decía, se va a Londres. Básicamente para traerme un souvenir de allá, no creo que tenga otro plan... Como me voy por las ramas che. Bueno, se va a Londres y la acompañé a pagar el viaje porque (aparentemente) ponerse los dolares en la bota no es seguridad suficiente.

Yo estaba manija de merendar algo suculento y habiendo un Starbucks cerca ni lo dudé.

Me puse la 10 y la Srta. Inés (basada en una persona real) y yo, el Sr. Juan Carlos nos tomamos unos buenos tragos capitalistas pseudo-neoyorkinos con una medialuna calentita.

De haber tenido una camara que nos filmara toda la tarde, hoy tendríamos un material invaluable lleno de monólogos y pelotudeces extremas. Pero eso no pasa. Solamente pudimos filmar un momento que, algún día, podrán disfrutar ustedes también.

No estábamos bien.

No sé, este relato va dedicado a ella que estaba esperando que lo haga. También que nombre a su pollo al horno que, la verdad, estaba muy rico.

No entiendo como alguien más que Lu puede disfrutar esta entrada.

No me importa.