Luego de unos arrangements el viernes, el sábado partimos hacia La Recoleta con
Lu, una vieja lectora de este blog.
Bandas de ¿jazz? en la calle, gente muerta, llaves misteriosas, pelados con guitarras, Sergey el ruso y hasta mi iniciación en el mundo de la cebada de mates fueron los puntos a destacar (sin olvidarme, claro, de todas las señales que el universo nos da acerca de nuestra vida personal).
Podría ilustrar ésta entrada con alguna foto si no estuviese en un limitadísimo cyber, quedará para el futuro eso.
El domingo, día en que Dios descansó, no podía desaprovecharlo y decidí seguir con la misma linea de salida tipo cultural. Mi destino: Plaza de Mayo.
Después de hacer el recorrido por una Casa de Gobierno atestada de turistas latinoamericanos insoportables seguí caminando y recorrí la Manzana de las Luces (flashback a cuando era solo un niño y ya la había recorrido).
No sé loco, basta de hacerme el que escribo seriamente.
Estoy bien acá en Buenos Aires, me cago de calor todo el día, el universo no me quiere demasiado y hay gente que mejor tenerla lejos ya (alguien me ofreció una estaca y un crucifijo, si llegás a estar leyendo pasame la dirección para retirarlo...)
Quedo a su disposición gente, en la barra derecha notarán que se aceptan CV otra vez.
