Ingresé a una oficina ubicada en una importante intersección de avenidas de la Capital, subí por un ascensor que apenas tocó el 3er piso me devolvió a la planta baja antes de que pudiese abrir las puertas, volví a subir y me senté en una silla que me acercaron hasta que me pidieron que pase.
Me entregaron una afeitadora descartable de tres hojas con la marca tapada (ya me fijé, es BIC) , un diario de uso con las instrucciones de lo que tengo que hacer y me hicieron firmar 4 papeles.
Ahora tengo que usar el producto y escribir lo que pienso para volver la semana que viene.
El tema es que el papel tiene lugar para cinco usos... pequeño problema para un puber que se afeita una vez por semana.
Mentir o no mentir, ese es el dilema. No, yo nunca miento.
Ah, obvio que me pagaron =)
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