Hace casi un año fui a un baño y me empecé a lavar las manos. Como tenía una remera manga larga quise arremangarme.
Ya tenía las manos enjabonadas.
Me tuve que arremangar con la boca y al hacer tanta fuerza MORDÍ y ARRANQUÉ un pedazo de manga. Bah, le hice un agujerito, nada de otro mundo.
Hoy, casi un año después, el agujero sobrevive. Y tiene todas las de seguir creciendo.
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