Y, como hoy me liberaron temprano del laburo (7am, y en el extraño mundo de mis horarios eso significa solamente la mitad de mi día) decidí aprovecharlo de la mejor forma.
Este relato incluye caradurez, patines y una resistencia de piernas asombrosas.
Colectivo hasta El Rosedal de Palermo. Me calzo mis recientemente adquiridos patines y doy unas 7 u 8 vueltas al rededor del mismo cruzandome con gente que, en promedio, me llevaba unos 40 años de edad.
Una vez que me senti todo un pro skater y mis skills de patinaje llegaron a +10 decidí ir todo por el todo y agarrar la Avda. Libertador arriesgando mi integridad física.
Para hacer el recorrido corto, llegué hasta Puerto Madero y volví patinando desde allá. Sí, estoy completamente loco. Sí, tengo más gambas que Rafa Nadal.
Imagenes memorables: cruzar la 9 de Julio a toda velocidad con cientos de ojos apuntados hacia mi. No estar muy seguro de como frenar y estar al borde de la muerte en reiteradas oportunidades. IRME A DORMIR A LAS 14 COMPLETAMENTE DESTRUÍDO.
Todo valió la pena porque al levantarme me esperaba una amena cena con mi buen amigo el (nuevamente) Pela en nuestro aposento preferido: Genaro.
Ahora me espera lo que me espera todas las noches: horas y horas de contar plata.
Cuando me paguen el sueldo planeo gritarles en la cara "¿solamente estos billetes me das, rata inmunda?"
Era obvio que iba a colgar escribiendo esto y ahora llego tarde. Miren todo loq ue hago por ustedes mis lectores...
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