A la mierda con Ticketek y sus putos recargos.
Pero no me importa, estas cosas son, probablemente, una vez en la vida y hay que disfrutarlas ahora. La plata va y viene.
Fui hasta el Luna Park y ya tengo mi ticket para el gran Ringo.
Volviendo aproveché que pasé por un Ticketek y ya saqué para la gloria de mi adolescencia Limp Bizkit y para Onda Vaga en Groove.
El Starbucks fue solo un lujito extra que me di.
Vean y sufran. O no, alegrensé por mi, como quieran.
Por supuesto no voy a olvidarme de agradecer a PROSEGUR por haberme contratado. Sos medio mala leche pero te banco.
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