martes, 6 de octubre de 2009

El dilema del ascensor

Creo que hablo por todo ser humano cuando recalco lo incómodo que es subirte con un completo extraño a un ascensor muy chico donde entran solo 2 personas comodas.
Aún más incómodo es cuando ese extraño es la vecina del piso de arriba y esta más buena que mirarte una temporada entera de Friends de un tirón en una noche.
¿Por qué el hombre tiene esa necesidad de conversar si o si? ¿Por qué yo no puedo? ¿Por qué lo mejor que supe hacer fue agarrar el celular y hacer como que hacía algo interesante?

Se aceptan consejos para el próximo encuentro ascensorístico casual.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

qe me pasa qe comento todo?
take it easy, SHHHHO T ASHHHHUDO. aaaajaj

rodrigo dijo...

amigo amigo amigo t hace falta salir un finde conmigo asi t inculco un poco de mis conocimientos...
que dicho sea de paso me estan funcionando zar pa do!!!